Salud Tu cuerpo
25/04/2014

La importancia de un buen descanso

La importancia de un buen descanso para la salud suele estar menospreciada, pero un buen dormir es sinónimo de salud. No dormir o tener un sueño corto durante una noche trae trastornos al día siguiente y otras consecuencias si se prolonga en el tiempo.

La dieta y el sueño

La alimentación es uno de los factores que puede alterar el sueño. Esto se debe a que algunos nutrientes están directamente relacionados con la formación de hormonas que nos permiten la relajación y el descanso. Para dormir bien, entonces, es preferible comer poco por las noches, evitar alimentos ricos en azúcar, así como también los que tienen proteínas y grasas, como quesos y embutidos. También se debe evitar el picante, el café y el chocolate.

Por el contrario, para mejorar la calidad del descanso, es preferible beber agua durante la cena, hacer comidas en base a cereales -arroz, panes integrales- o con carnes -preferiblemente de pescado magro- en cantidades moderadas. Y un vaso de leche tibia puede ayudar a atraer el sueño.

 

La importancia de la postura

La posición del cuerpo también es importante a la hora de dormir. Es preferible descansar boca arriba porque es bueno que la columna vertebral esté apoyada sobre el colchón y, además, esta postura facilita la respiración. Por el contrario, dormir boca abajo hace que el cuello y la espalda se doblen, que la posición de la columna se modifique y la respiración se dificulte. Una posición intermedia puede ser de costado, aunque es normal cambiar mucho de lado por calambres de los brazos.

 

Dormitorio para dormir

Además de una dieta equilibrada y una cena liviana, hay otras cosas que ayudan a dormir mejor, como por ejemplo el ambiente. La habitación preferiblemente tiene que ser sólo para dormir. Hay muchas personas que utilizan el dormitorio para mirar televisión, comer e incluso trabajar. Pero esto no es bueno porque aunque sea imperceptible, existe una relación entre el dormitorio y el sueño que es bueno respetar, más cuando se sufren trastornos para dormir.

También es importante que ese ambiente sea confortable: mantenerlo limpio, en orden, ventilado y con una temperatura agradable. Evitar lugares con ruidos externos y procurar poder oscurecer la habitación, ayudan a que dormir sea más fácil y sin interrupciones.

 

Siestas cortas, el sueño reparador

Si bien la siesta es recomendada, el tiempo de la misma no debe superar los 30 o 40 minutos. El famoso pintor Salvador Dalí, dormía su siesta diaria con una cuchara en la mano. Esto se debe a que cuando el pintor se relajaba totalmente, la cuchara caía y el ruido lo despertaba, pero lo que había descansado era suficiente para continuar las actividades del día.

Si una persona duerme muchas horas de siesta, luego despertará atolondrado y somnoliento. Y, lo peor: a la hora de dormir no podrá hacerlo. Una siesta corta, en cambio, garantiza energía para lo que queda del día y un buen sueño por la noche.

 

El sueño profundo nos hace más lindas

La importancia de un buen descanso tiene un plus: además de asegurarnos la buena salud, nos hace más bellas. Un sueño profundo y reparador nos otorga frescura y brillo natural en la cara al día siguiente, porque la piel se renueva mientras dormimos. Por este motivo es que se recomienda eliminar todo el maquillaje del cutis y limpiar la piel antes de ir a dormir.

Además, las cremas o geles adecuados para cada tipo de piel o las cremas anti age maximizan la acción de sus activos durante el descanso, cuando la relajación cutánea es absoluta.

Para cuidar la salud es muy importante dormir bien. Poder hacerlo es parte de una rutina diaria de acciones saludables: buena alimentación, ejercicio físico, siestas cortas, buena postura; todo ayuda a que al final del día podamos tener el descanso que nuestro cuerpo se merece.